Hacer la lista de invitados sin dramas es uno de los temas que más quebraderos de cabeza da a las parejas… y también uno de los primeros pasos importantes en la planificación.

¿A quién invito? ¿Tengo que incluir compromisos? ¿Dónde pongo el límite?
Si tú también te lo estás preguntando, tranquila: aquí tienes una guía clara y realista para tomar decisiones sin conflictos (ni culpa).

1. Empezad por el número ideal

Antes de añadir nombres, marcad una cifra objetivo.
¿Queréis una boda íntima de 40–60 personas? ¿Una boda media de 80–120? ¿O una celebración grande de más de 150?

Este número dependerá del presupuesto y del tipo de boda que imagináis. Tenerlo claro desde el principio os ayudará a tomar decisiones sin tanta carga emocional.

2. Haced tres listas: A, B y C

Este método es simple y funciona:

  • Lista A: imprescindibles. Familia cercana y amigos íntimos. Personas sin las cuales el día no tendría sentido.
  • Lista B: personas importantes, pero no esenciales. Familia más lejana, amigos que veis menos, compañeros muy apreciados.
  • Lista C: compromisos, conocidos o invitados “opcionales”.

Cuando tengáis el aforo claro, empezad llenando la lista A. Después, si quedan huecos y el presupuesto lo permite, id añadiendo de la B. La C solo si realmente encaja con vuestro estilo de boda.

3. No invitéis por compromiso

Una de las normas más liberadoras: no estáis obligados a invitar a nadie por compromiso.
No tenéis que explicar por qué alguien no está en la lista. Es vuestro día, vuestra historia y vuestro presupuesto.
Marcáos esta frase: “Invitar a alguien es un regalo, no un deber.”

4. Regla de oro para dudas: ¿lo veré en cinco años?

Si no lo ves en vuestra vida dentro de cinco años, es posible que no sea tan importante para ese día.
Funciona para amistades lejanas, compañeros de trabajo o conocidos del pasado.

5. Comunicad con cariño (y marcad límites)

Si surge alguna situación delicada —como familiares que quieren añadir invitados— podéis responder con educación pero firmeza:
“Nos encantaría invitar a todo el mundo, pero tenemos un límite de aforo y estamos ajustando la lista para que sea una boda íntima.”

La sinceridad y la amabilidad son vuestras mejores aliadas.

6. Recordad que es vuestro día

La lista de invitados determina la energía de vuestra boda. No la llenéis de “compromisos”, sino de personas que realmente aportan alegría, apoyo y buena vibra.

Al final, una boda con menos personas queridas vale más que una boda llena de caras que apenas conocéis.

Visita nuestro portal de bodas para conocer a todos los proveedores de nuestro directorio y si te ha gustado este artículo para empezar tu lista de invitados sin dramas, no olvides subscribirte a nuestra Newsletter para estar al tanto de todas las novedades del sector.

Lista de invitados sin dramas

Lista de invitados sin dramas

Hacer la lista de invitados sin dramas es uno de los temas que más quebraderos de cabeza da a las parejas… y también uno de los primeros pasos importantes en la planificación.

¿A quién invito? ¿Tengo que incluir compromisos? ¿Dónde pongo el límite?
Si tú también te lo estás preguntando, tranquila: aquí tienes una guía clara y realista para tomar decisiones sin conflictos (ni culpa).

1. Empezad por el número ideal

Antes de añadir nombres, marcad una cifra objetivo.
¿Queréis una boda íntima de 40–60 personas? ¿Una boda media de 80–120? ¿O una celebración grande de más de 150?

Este número dependerá del presupuesto y del tipo de boda que imagináis. Tenerlo claro desde el principio os ayudará a tomar decisiones sin tanta carga emocional.

2. Haced tres listas: A, B y C

Este método es simple y funciona:

  • Lista A: imprescindibles. Familia cercana y amigos íntimos. Personas sin las cuales el día no tendría sentido.
  • Lista B: personas importantes, pero no esenciales. Familia más lejana, amigos que veis menos, compañeros muy apreciados.
  • Lista C: compromisos, conocidos o invitados “opcionales”.

Cuando tengáis el aforo claro, empezad llenando la lista A. Después, si quedan huecos y el presupuesto lo permite, id añadiendo de la B. La C solo si realmente encaja con vuestro estilo de boda.

3. No invitéis por compromiso

Una de las normas más liberadoras: no estáis obligados a invitar a nadie por compromiso.
No tenéis que explicar por qué alguien no está en la lista. Es vuestro día, vuestra historia y vuestro presupuesto.
Marcáos esta frase: “Invitar a alguien es un regalo, no un deber.”

4. Regla de oro para dudas: ¿lo veré en cinco años?

Si no lo ves en vuestra vida dentro de cinco años, es posible que no sea tan importante para ese día.
Funciona para amistades lejanas, compañeros de trabajo o conocidos del pasado.

5. Comunicad con cariño (y marcad límites)

Si surge alguna situación delicada —como familiares que quieren añadir invitados— podéis responder con educación pero firmeza:
“Nos encantaría invitar a todo el mundo, pero tenemos un límite de aforo y estamos ajustando la lista para que sea una boda íntima.”

La sinceridad y la amabilidad son vuestras mejores aliadas.

6. Recordad que es vuestro día

La lista de invitados determina la energía de vuestra boda. No la llenéis de “compromisos”, sino de personas que realmente aportan alegría, apoyo y buena vibra.

Al final, una boda con menos personas queridas vale más que una boda llena de caras que apenas conocéis.

Visita nuestro portal de bodas para conocer a todos los proveedores de nuestro directorio y si te ha gustado este artículo para empezar tu lista de invitados sin dramas, no olvides subscribirte a nuestra Newsletter para estar al tanto de todas las novedades del sector.